Una buena mañana de verano la familia López se despertó con algo sorprendente, esa noche había ocurrido algo que no se esperaba, en su casa se había producido un sospechoso robo, no era un robo normal, pues los móviles de última generación seguían estando, y los ordenadores también. Lo que había desaparecido era un objeto muy valioso para la madre.
La familia había estado de viaje por Italia, una vez que en Roma visitaron la Torre Eiffel se encontraron a un personaje un poco timorato, debido a su profesión a la familia le parecía que era muy raro que fuese de esa manera pues era vendedor.
Este personaje tan particular les vendió un telar, la madre de esta familia no dudó y lo compró para ella tenía un valor muy especial, pues esta madre de familia había tenido uno muy parecido en su niñez y siempre recordaba a su madre con uno de ellos cuando vivían Cáceres un provincia de Castilla y León.
Esa mañana la familia López se despertó sin ese telar tan apreciado por la madre, que cuando se dio cuenta de lo que había desaparecido dio un fuerte resuello y durante la cena durante esa mañana no dudó en preguntarse quien había sido y el motivo del robo
