"Ocurre una cosa graciosa con las madres y los padres. Aunque su Persona o animal respecto de su padre o de su madre. sea el ser más repugnante que uno pueda imaginarse, creen que es maravilloso.
Algunos padres van aún más lejos. Su Acción de adorar. llega a cegarlos y están convencidos de que su vástago tiene cualidades de genio.
Bueno, no hay nada malo en ello. La Pluralidad de personas es así. Sólo cuando los padres empiezan a hablarnos de las maravillas de su descendencia es cuando gritamos: «¡Tráiganme una palangana! ¡Voy a vomitar!».
Las Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo lo pasan muy mal teniendo que escuchar estas cualidades de tontos de padres orgullosos, pero normalmente se desquitan cuando llega la hora de las Calificación alta en una prueba académica finales de curso. Si yo fuera maestro, imaginaría comentarios genuinos para hijos de padres imbéciles. «Su hijo Maximilian -escribiría- es un auténtico desastre. Espero que tengan ustedes algún Ocupación, quehacer o trabajo Perteneciente o relativo a la familia. al que puedan orientarle cuando termine la escuela, porque es seguro, como hay infierno, que no encontrará trabajo en ningún sitio»."
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